El Gran Museo Maya, uno de los legados más importantes de Yucatán

Edición especial de Quinto Aniversario

Marzo – Abril 2015

Agradecemos a la Revista Arkhitekton por el desarrollo de este impecable artículo sobre la contribución que el despacho de arquitectura Adagio, anteriormente Arquidecture, hizo en el diseño de El Gran Museo Maya ubicado en la ciudad de Mérida.

El Gran Museo Maya es uno de los legados más importantes del estado de Yucatán, en este se alberga la historia de una de las culturas más importante de las civilizaciones de México, la cultura maya. 

El Museo está conformado por taquillas, restaurantes, terraza para eventos, relaciones públicas, tienda de recuerdos, estancia para niños, salón de usos múltiples, sala de cine de gran formato, estacionamiento, bodegas y áreas de servicios. Durante las noches se realiza un espectáculo multimedia conocido como YUCAMA’YA’AB, logrando que el edificio se asemeja a una gran pantalla de más de 200 metros de largo, que concede a los visitantes la oportunidad de conocer la historia maya a través de un video animado.

La entrada al museo está conformada por una gran plataforma que simula un centro ceremonial de la cultura Maya, revestida con piedra de la región. Conforme se va subiendo por los escalones, la perspectiva cambia y los edificios se van descubriendo, recreando las sensaciones de los sitios mayas. Tres grandes piedras (salas de exposición, restaurante/tienda de recuerdos y estancia infantil/relaciones públicas) construidas con paneles, precolados de concretos, representan la vida cotidiana bajo la sombra de una magnificente ceiba. Los faldones de precolados rinden homenaje a los templos mayas con sus proporciones cumplen diferentes funciones: por el día sombrean las circulaciones y los muros evitando así la exposición térmica a las salas de exhibición, mientras que por las noches se convierten en pantallas para las proyecciones del espectáculo multimedia.

El gran volumen que conforma la Ceiba se construye con acero y cristal, materiales que denotan la tendencia hacia el futuro, es ahí donde se albergan los espacios de promoción y discusión del legado y trascendencia de la cultura maya. El follaje representado por grandes láminas de acero pintadas de color verde se extienden hacia el cielo, enviando un mensaje de desarrollo y evolución a los que hoy en día pertenecemos a esta cultura.

Acerca de la sustentabilidad, la sociedad y la economía en un proyecto de arquitectura

El diseño del Museo parte del análisis de tres importantes aspectos que nos hablan sobre la sustentabilidad: el medio ambiente, la sociedad y la economía, explorando expectativas, condicionantes, necesidades, restricciones y posibilidades. 

La forma en la que el museo fue planteado, refiriéndonos a una óptima orientación de los edificios, la iluminación y ventilación natural de los espacios, todo esto representa un ahorro energético y menores costos de operación, es así que el término sustentable no sólo se piensa sino que se vive en el uso del día a día de las instalaciones.

Además, se favorece la apropiación del espacio mediante los jardines exteriores y plazas, generando así áreas públicas que llegan a convertirse en parte de la ciudad. El recorrido que un visitante experimenta en el museo están procurados para que en todo momento pueda tener contacto con áreas exteriores – jardines y terrazas – de tal manera que se genere una gran circulación alrededor de ellas que sirve como un descanso visual y físico para sus visitantes.

Por otro lado, el museo toma en cuenta el acceso digno para todos, incluyendo áreas diseñadas para las instalaciones contemplando los requerimientos de las personas que las operan. El Museo cuenta con los elementos necesarios para facilitar a todas las personas el entrar, desplazarse y salir con seguridad y autonomía. Uno de los criterios de diseño destacables de esta obra es la Accesibilidad Universal, un Museo incluyente donde cada visitante se apropie del espacio.

En cuanto a la eficiencia energética, el emplazamiento del edificio es primordial ya que el museo se abre hacia la dirección de los vientos dominantes, captando la mejor ventilación para todas que las áreas se ventilen de manera natural. Las salas a su vez, poseen fachadas más largas y bajo un estricto control de temperatura y humedad. Es importante mencionar la sensación térmica que se experimenta al acceder al vestíbulo principal, dicho espacio se encuentra cubierto con el volumen de la ceiba, que a su vez en la losa de la azotea tiene una diferencia de alturas precisamente para simular una chimenea.

Finalmente, en cuanto a las soluciones a reducir el impacto ambiental del proyecto, no sólo hay que tomar en cuanto que antiguamente el área donde se construyó este edificio era en un 95% pavimento, al desarrollarse este importante proyecto, el Museo contribuye a la reforestación de la zona a través de sus muchas zonas con jardines. Los materiales y sistemas constructivos son en su mayoría prefabricados, generando así beneficios ambientales, ya que la mayor parte del trabajo se realiza en el taller, lo que genera menos residuos que la construcción en sitio utilizando materiales de forma controlada, se reduce el tiempo en el proceso del montaje, con esto la maquinaria y equipo permanece menos tiempo en la obra, disminuyendo la contaminación visual.

En cuanto a la preservación de recursos materiales, el proyecto se desarrolló siguiendo lineamientos de gran racionalidad económica la cual se puede apreciar en el diseño de los espacios funcionales con aprovechamiento de energías pasivas, así como de la selección de materiales y sistemas constructivos, permitiendo la participación de obra de mano local y regional.

En el aspecto tectónico-constructivo, un reto importante fue la construcción de la estructura metálica de la Ceiba, ésta tiene una altura de 36 metros sobre el nivel de la calle. Para llevar a cabo este gran reto de materializar una estructura atípica, cabe mencionar no había procedimientos constructivos establecidos, se decidió diseñar un andamiaje metálico de 14-50 metros de altura y 186 metros de longitud perimetral debajo del lecho inferior de la estructura de la Ceiba. Dicho andamiaje se quedó hasta que se completó el armado de la estructura metálica y se realizaron las pruebas de calidad, soldadura, materiales y torque, otorgando de esta manera la seguridad debida. 

El Gran Museo del Mundo Maya es un encuentro con la raíz más trascendental de la identidad yucateca, es una celebración, un recuento de cambios y transformaciones, de movilidad y de la fusión que nace de la llegada de diversos grupos quienes se han adaptado y nutrido la ceiba, el árbol sagrado de la tierra.

Agradecemos enormemente el artículo realizado por la revista Arkhitekton, por el nivel de detalle y el desarrollo de esta obra tan importante para la cultura del yucateco y conocimiento del resto de los visitantes de todo el mundo.