Hacer un aprovechamiento de la tranquilidad, belleza y bienestar que nos brinda la naturaleza, requiere hacer un análisis de cómo podemos ubicarnos en ella, irrumpiendo lo menos posible, para establecer una relación armónica y sostenible.
Este proyecto representó un reto importante pues consistía en diseñar un complejo de villas ecoturísticas con servicios necesarios en una zona con alto valor ecológico.
Estas villas eco-turísticas se encuentran en la pequeña población pesquera de El Cuyo, Yucatán; este sitio es considerado como un lugar donde los viajeros pueden alcanzar un nivel máximo de relajación, descanso y admirando los paisajes naturales entre manglares, el azul turquesa del mar y el verde tropical del bosque petrificado.
El predio de forma trapezoidal cuenta con 429 metros frente al mar está cubierto por cocales. El desarrollo cuenta con 50 villas de 150m2 de superficie entretejidas con abundante vegetación, que proporciona a los habitantes tener un ambiente único con la comodidad de disponer de todos los servicios.
Las villas fueron diseñadas por encima del suelo por medio de pilotes, separando el área social del área privada a través de un puente, para aislar las habitaciones de la eventual algarabía de la sala comedor y las terrazas de la unidad.
Al centro del desarrollo se ubica la casa club que cuenta con un restaurante para 40 personas, un área de usos múltiples cubierta, alberca con terraza, baños públicos y estacionamiento.
Se ha diseñado también un área administrativa que incluye los espacios de recepción, oficina del administrador con medio baño así como una suite con cocineta y baño completo para el administrador.
El principal reto era integrar el proyecto al sitio, respetando lo más posible el entorno natural para lograr un mínimo impacto.
Con esto en mente se diseñan las villas sobre el suelo para permitir el paso de las dunas, así como la vegetación y la fauna nativa.
La elección de los materiales se hace en la misma línea, de manera que se emplearon, en la medida de lo posible, materiales naturales para la palapa que cubre el área social, usando decks de madera y rollizos para delimitar el área de las villas; se emplearon también muros de piedra de la región en las áreas privadas.
Otro reto importante era lograr que las villas que forman un conjunto aún así pudieran tener la privacidad, considerando que era indispensable integrar el interior con el exterior. La propuesta fue utilizar la celosía de rollizos para acotar el espacio de cada villa y así al mismo tiempo filtrar la vista del exterior hacia al interior; la altura de la misma es mayor en el área privada y esta se reduce hasta convertirse en un pequeño barandal para el área social de la terraza.
En este conjunto de villas que se encuentran en la playa, lo más trascendental es lograr esa conexión con la naturaleza que las rodea, que nos permite relajarnos, reflexionar y disfrutar de ella. De esta manera se han diseñado una serie de terrazas en cada villa para que los usuarios puedan disfrutar de diversos ambientes y espacios con excepcionales vistas y cercanía al mar.
¿Estás listo para llevar a cabo tu próximo proyecto eco-turístico?
Privado
El Cuyo, Tizimín, Yucatán
7,506 m2
Anteproyecto
R. Combaluzier, E. Duarte, W. Ramírez, J. Rivas