Entre los principios del Hospital Regional de Alta especialidad (HRAEPY) se encuentran los de romper viejos esquemas de atención, en cuanto estructura, organización y funciones; así como dirigir su atención a problemas de salud complejos que requieren servicios e infraestructura especializados, poniéndose al servicio de la ciudadanía. Con esto en mente, la propuesta para su diseño debía ser innovadora, como sus servicios, funcional y participar en la atención de los pacientes.  

El concepto se plantea como un conjunto de prismas pétreos en medio de la selva subtropical en torno a un cenote; un centro ceremonial contemporáneo donde se rinde culto a la salud y se restablece el balance entre el ser humano y el medio ambiente.

Estructuralmente el diseño del HRAEPY conlleva una correlación entre el pasado ancestral de la región y la modernidad en la configuración de servicios hospitalarios. Visualmente, sus piezas evocan a las edificaciones mayas, a través de la forma y por la propuesta de los materiales que las componen, así como la organización de los diferentes elementos en el terreno. Por su parte, la implementación de materiales como vidrio y acero; y la inclusión de los visuales que generan los puentes que conectan los módulos brindan una imagen innovadora, en lo que se refiere a edificios dedicados a la salud.  

El proyecto se integra por un esquema de patio triangular limitado por conjuntos de cuerpos que orientados según sus funciones y relaciones, ordena y organiza la vida del hospital. Conceptualmente, sus vértices simbolizan: atención, conocimiento y muerte.  

El programa médico-arquitectónico contempla la inclusión de 250 camas de hospitalización, 40 consultorios, auditorio para 300 personas, 6 unidades de medicina especializada, auxiliares de diagnóstico y tratamiento, gobierno y servicios generales, que se distribuyen entre los distintos bloques, de acuerdo a sus necesidades y demandas.

El Edificio de Hospitalización es un prisma trapezoidal, de más de 100m de longitud y más de 30m de altura, se compone de 6 pisos: una planta baja y cinco niveles. En la planta baja se localiza la residencia médica y la zona de intendencia. En los cinco niveles superiores se encuentran los servicios de hospitalización de las diferentes especialidades.

Edificio de Auxiliares de Diagnóstico y Tratamiento. Compuesto por dos pisos, en la planta baja cuenta con los servicios de urgencias, imagenología, quirófanos, terapia intensiva y tococirugía.  En la planta alta están los servicios de laboratorios, banco de sangre, gabinetes, medicina nuclear y hemodinamia. En el costado noroeste del edificio de tratamiento, se ubica el servicio de Anatomía Patológica.

Edificio de Consulta Externa y Gobierno, Auditorio y Enseñanza. En este edificio de 3 niveles y 4 peines, se ubican 40 consultorios de diferentes especialidades, así como el archivo general y la farmacia del hospital.  En el área de gobierno se encuentran las oficinas directivas y de personal administrativo. Cuenta con un auditorio con capacidad para 300 personas y el área de enseñanza cuenta con 5 aulas para impartir clases.

El edificio que alberga los Servicios Generales, ubicado en la parte poniente del complejo, está planteado en un esquema en “L” delimitando el patio de maniobras y andenes de carga y descarga para los vehículos de mantenimiento y suministros.  Esta zona se comunica con el resto de los edificios del hospital por medio de un túnel en el sótano, que permite manejar el desalojo de desechos sin intervenir con las funciones que se desarrollan en éstos.

Las Unidades de Medicina Especializada (UNEME), se identifican por el volumen que las contiene dispuesto en L, en dos niveles.  Los servicios que se prestan son: Oncología, Tratamiento de SIDA, Hemodiálisis, Rehabilitación y Cirugía de Corta Estancia.»

Un diseño arquitectónico que privilegia la salud se presenta como aquel que considera las formas en las que la disposición de los espacios, su apertura y relación con el exterior puede tener efectos favorables en la mejora de los pacientes, ayudando a disminuir los niveles de estrés y ansiedad, apoyando a una vuelta a la salud más pronta y efectiva. 

La importancia en el contexto hospitalario de la interacción con el exterior debe, en este sentido, tomar mayor relevancia.

“Basados en las investigaciones de Roger S. Ulrich y sus propuestas sobre diseño comprensivo, se incorporan aspectos que privilegian a los pacientes por encima del funcionamiento mecánico”.

Los cuartos de hospitalización y consultorios están orientados hacia el norte; vestíbulos, circulaciones y salas de espera de consulta externa gozan de iluminación y ventilación natural controlada. El área de auxiliares de diagnóstico y tratamiento, convencionalmente manejada como un bloque ciego, se desmembró en cinco cuerpos separados por jardines que iluminan y dan referencia de la naturaleza a pacientes en servicios como terapia intensiva y recuperación.