Un edificio hospitalario debe brindar las mejores condiciones de interacción y servicios a todos los usuarios, en primer lugar a los pacientes, pero también a los familiares/visitantes, personal médico y administrativo, ya que cada la adecuada atención de cada uno de estos personajes conlleva a la mejora de la salud comunitaria. 

La propuesta de diseño de este centro de atención médica parte de una arquitectura que promueve la vida a través de sus ambientes, convirtiéndose en coadyuvante para la recuperación de los pacientes, soporte de familiares y mejores condiciones de trabajo para el personal. Se plantea un edificio incluyente que contempla la accesibilidad universal.

El Hospital Faro del Mayab se concibe como un centro de referencia nacional e internacional, un edificio de vanguardia con los mejores espacios y soluciones tecnológicas.

Cada decisión tomada como responsables del diseño, en conjunto con inversionistas, personal médico, de enfermería, administración y mantenimiento, contribuye a crear una mejor atención a la salud desde nuestras trincheras.

Los avances alcanzados en las diferentes áreas del conocimiento solo funcionan cuando se ponen al servicio de la sociedad; este mismo lineamiento debe regir la labor arquitectónica, en la que la innovación en los procesos, la capacidad de desarrollar proyectos con mayor complejidad y magnitud, así como la implementación de modernos sistemas de sustentabilidad y autosuficiencia debe ofrecer bienestar a las personas que interactúan en estos espacios. 

La infraestructura sanitaria, busca cada vez en mayor medida, proveer de elementos de confort que apoyen a la mejora de la salud en todas sus esferas, mostrándose como aliados de la labor médica actual.

El concepto de diseño se basa en la reinterpretación de un pabellón o mosquitero, un elemento muy utilizado en zonas tropicales como medio de protección de los insectos portadores de enfermedades. El proyecto está conformado por cuatro elementos:

• Un basamento que contiene las funciones críticas del hospital.
• El pabellón que envuelve y protege las áreas de mayor concentración de usuarios.
• Una grapa que proporciona soporte a los servicios complementarios, contiene las circulaciones verticales y evita el asoleamiento en el sur.
• Un pórtico de acceso que provee escala al edificio y brinda servicios adicionales.

Se considera pieza clave, el abordaje de las necesidades tanto físicas, como emocionales y espirituales de los usuarios, teniendo en cuenta la vulnerabilidad, el estado de ánimo, la incertidumbre y tensión que provocan los hospitales. De forma que se acentúa la relación con los elementos naturales, para brindar una sensación de tranquilidad y los espacios de atención, se presentan accesibles y armónicos, para desmitificar la idea de lejanía e inaccesibilidad de los servicios de salud.

Por las condiciones de su fachada abierta, los límites de las instalaciones se difuminan de tal forma que el edificio se relaciona con la ciudad, generando un espacio público que integra el arte, dando la bienvenida y permitiendo su uso libre, incorporando jardines y áreas arboladas que dan sombra a las circulaciones peatonales circundantes. 

Se proyectan todas las áreas posibles en contacto con jardines interiores y exteriores, promoviendo generosas visuales con un paisajismo cuidadosamente diseñado e iluminación natural. Se proponen salas comunes en cada nivel, que brindan un espacio amable de espera a pacientes y familiares, incluyendo el área de consultorios. También se dispone en todos los pisos de servicios sanitarios para hombres, mujeres y baños familiares.

Se considera pieza clave, el abordaje de las necesidades tanto físicas, como emocionales y espirituales de los usuarios, teniendo en cuenta la vulnerabilidad, el estado de ánimo, la incertidumbre y tensión que provocan los hospitales. De forma que se acentúa la relación con los elementos naturales, para brindar una sensación de tranquilidad y los espacios de atención, se presentan accesibles y armónicos, para desmitificar la idea de lejanía e inaccesibilidad de los servicios de salud.

Por las condiciones de su fachada abierta, los límites de las instalaciones se difuminan de tal forma que el edificio se relaciona con la ciudad, generando un espacio público que integra el arte, dando la bienvenida y permitiendo su uso libre, incorporando jardines y áreas arboladas que dan sombra a las circulaciones peatonales circundantes. 

Se proyectan todas las áreas posibles en contacto con jardines interiores y exteriores, promoviendo generosas visuales con un paisajismo cuidadosamente diseñado e iluminación natural. Se proponen salas comunes en cada nivel, que brindan un espacio amable de espera a pacientes y familiares, incluyendo el área de consultorios. También se dispone en todos los pisos de servicios sanitarios para hombres, mujeres y baños familiares.

La responsabilidad para nosotros, como firma arquitectónica de diseñar el Hospital Faro del Mayab es una oportunidad inigualable para contribuir al bienestar y la salud de la sociedad a través de nuestro trabajo.  

Este hospital de especialidades dispone de 11 niveles (incluyendo el sótano para estacionamiento y cuarto de máquinas), en los que cuenta con 88 consultorios, 55 habitaciones, 5 salas de cirugía, servicios de urgencias, imagenología, laboratorio, banco de sangre, hemodiálisis, endoscopia, fisioterapia, cardiología, neurofisiología y clínica de “checkup”.

El emplazamiento del edificio tiene la intención de mantener al norte (la orientación más favorable) los espacios de mayor permanencia; y hacia el sur, las circulaciones horizontales y verticales (pasillos y sistemas de movilidad como elevadores y escaleras), mitigando el asoleamiento y ganancia térmica.  Esto deriva en ahorro de energía, eficiencia en la operación y mejores condiciones en los espacios habitables y de trabajo.