La salud y bienestar de niños y niñas de sectores marginados de la población debe ser una prioridad. Para llevar a cabo esta tarea, principalmente en la zona sur – oriente de la ciudad e interior del estado, se requería de un edificio que albergara al Hospital de la Amistad Corea-México. 

La economía fue una premisa importante de diseño, teniendo un aprovechamiento máximo de los recursos disponibles, tanto monetarios como ambientales, dando como resultado un hospital con espacios iluminados y ventilados naturalmente, creando un ambiente lúdico en el hospital.

Este hospital se especializa en el sector infantil de la población, por ello, debían también contemplarse sus necesidades específicas, además de brindarles instalaciones cómodas y dignas para llevar a cabo los tratamientos que los regresen a la salud.

Un proyecto de diseño inteligente, no implica la incorporación tecnológica en la mayor cantidad de espacios posible, sino que se refiere a la optimización de los recursos con los que se cuenta para su construcción y contempla la mejor forma para cumplir con las futuras demandas del lugar de forma eficiente, para el ahorro de recursos.

El hospital de la amistad Corea-México, situado en la ciudad de Mérida, fue un proyecto promovido por el gobierno del estado de Yucatán en coordinación con la comunidad coreana, quienes deseaban prestar a la población un servicio de salud digno dirigido a personas de escasos recursos, principalmente en la población infantil; como respuesta a esto, hemos procurado la implementación de espacios recreativos que hagan más llevaderos los tiempos de espera y áreas de tratamiento en contacto con la naturaleza, que promueven y ayudan a la recuperación de los pacientes.

En atención a los usuarios y considerando la edad de la población objetivo, nuestra propuesta conceptual fue la de recrear un parque de juegos. Por el conjunto de sus características, se favorece un ambiente lúdico en el hospital, siendo este un importante cambio en la percepción de los usuarios, acostumbrados al estereotipo de hospital lúgubre. 

El área construida del Hospital de la Amistad es de 1,730 m2, e incluye los siguientes servicios:  5 consultorios, laboratorio, ultrasonido, 45 camas de hospitalización, un quirófano, área de urgencias, auditorio para 60 personas, oficinas administrativas, servicios generales y estacionamiento.

Este centro médico viene a llenar un vacío en el equipamiento de salud del sur de la ciudad de Mérida. Su localización permite el acceso peatonal desde los asentamientos periféricos y también desde dos diferentes rutas de transporte público. Los medios de acceso se configuran para propiciar los menores recorridos hacia la entrada, desde la parada de autobuses o la zona de estacionamiento. 

Mantuvimos los árboles del terreno, aprovechamos los vientos y generamos sombras para mejorar la sensación de confort en las zonas exteriores, haciéndolas habitables y útiles para fines recreativos y terapéuticos, permitiendo mucho más llevadero el tiempo que se pase afuera. 

En la arista económica, consideramos que se alcanza un aprovechamiento eficaz de los recursos cuando la inversión aplicada facilita el logro de los objetivos. Por ello, a través de la zonificación se concilian las necesidades funcionales internas, con las condiciones físico-ambientales externas, para que la mayoría de los espacios cuenten con iluminación natural, lo que también logra resolver necesidades perceptuales y del estado de ánimo.

Para proveer una distribución funcional, con un máximo aprovechamiento de los recursos a mano, este proyecto se aleja de las estructuras complejas, altamente “modernizadas”, para recurrir a lo básico, sin que esto implique una menor calidad o que carezca de cohesión conceptual. 

A través de un esquema de lectura clara, se crearon pórticos al sur para sombrear los espacios orientados hacia el norte; alternando patios ajardinados a los que miran los espacios adyacentes. Se favorece la circulación libre y en contacto con los jardines y patios de juegos.