La conexión entre las personas y el mar es muy fuerte, el sonido de las olas contra la arena tiene la capacidad de generar un sentimiento de paz y relajación, además de ser el espacio de divertimento por excelencia. Es por eso, que diseñar una vivienda en este contexto debe guiarse por preservar el vínculo entre el ser humano y el mar.

Siendo la playa la protagonista del proyecto, se ha procurado proveer a los espacios de amplias vistas hacia el mar y permitiendo al exterior formar parte del interior de la casa.

El predio se ubica en la costa yucateca de Chicxulub. El terreno sobre el cual se realizó la obra es alargado con vista al mar en su parte posterior, siendo la playa el motivo principal que guía el diseño de la casa. El esquema lineal, por las proporciones del predio, debía conducirnos a través de una sucesión de espacios que desembocan en el área social, que cuenta con vistas privilegiadas.

Para maximizar la interacción de la casa con la playa, se resolvió organizarla por medio de cuatro medios niveles. Una grapa que abraza el volumen del vestíbulo, nos indica el punto de acceso a la casa; al cruzar el umbral nos recibe un vestíbulo a doble altura, que remata visualmente con la escalera y un jardín interior.

Subiendo medio nivel, llegamos al área social donde se han dispuesto la sala y el comedor con un gran ventanal corredizo para disfrutar de la vista de la playa y al salir, se nos presenta una terraza dispuesta a doble altura, que cuenta con asoleadero y remata con la alberca; la cocina es abierta por lo que aun estando ubicada detrás del comedor tiene la misma vista privilegiada que la zona social y por el otro extremo se ilumina a través del jardín interior del vestíbulo. 

Se cuenta con dos niveles medios superiores, que componen el espacio privado, dispuesto a través de cuatro recámaras. Se ha diseñado un balcón sesgado para la habitación principal, que queda cobijado por la cubierta de la terraza a doble altura.

En el extremo sur del terreno se ubica la zona de servicios: un garage techado con capacidad para tres autos es el pórtico de acceso a esta vivienda, contiguo a este volumen se dispone el patio de servicio dividido por un muro creado por un pequeño jardín, que da la bienvenida a los usuarios y los dirige mediante un corredor hacia el acceso de la casa. A un costado de este corredor delimitado por un muro recubierto de piedra, se encuentra la recámara de visitas con vista al jardín y con baño propio, así como el área de servicio.

Parte de la labor del diseño arquitectónico consiste en plantear los espacios de acuerdo a su uso y contexto. Es claro que esta casa tiene la función de ser un espacio de descanso, por lo que la tarea es reflejar este aspecto tanto como sea posible, iniciando por hacer sentir a sus habitantes “en la playa” con tan solo levantar la vista.

El contexto espacial de la costa yucateca, sin embargo, es por lo general de terrenos alargados y angostos, por ello el principal reto era dotar de la mayor cantidad de vistas  hacia el mar.