Al diseñar, deben considerarse siempre las circunstancias sociales y del entorno en el cual se proyectará la construcción, cuando ésta se lleve a cabo. La asignación de la Casa Komchén era diseñar dos propiedades conjuntas  en un mismo terreno, considerando las implicaciones de esta petición. 

El proyecto llega a Adagio a petición de dos hermanas que desean vivir con sus respectivas familias en un mismo entorno, pero en piezas separadas, para que esto les permita disfrutar de la privacidad e individualidad de sus hogares y a la vez compartir espacios de convivencia familiar.

Conceptualizar un proyecto de este estilo requiere contemplar un balance entre lo plural y lo particular, así como trazar una línea entre las similitudes y la personalidad de cada pieza. La idea era crear dos casas independientes, que se unen en un patio central verde con alberca y terraza como punto de encuentro para la familia, que además cumple una función estética para ambas, estableciendo vistas apacibles en los espacios circundantes.

En el frente de la propiedad, se dispone un jardín arbolado con senderos a ambos lados que conducen al acceso de cada vivienda; el volumen del garaje funciona como una barrera aislante hacia el exterior, que permite abrir las casas completamente al interior. 

Se diseñan patios verdes en puntos estratégicos que proveen de bondades como la iluminación, ventilación natural y el contacto con la naturaleza. El área privada se organiza en la parte posterior del predio, de manera que todas las habitaciones disfrutan de terrazas particulares orientadas al norte con un mayor confort del espacio.

Una de las peticiones de los clientes es desarrollar ambas casas en un solo nivel, evitando escalones y desniveles, por ello debía realizarse un uso eficiente del espacio que permitiera generar todas las áreas requeridas en una misma planta, con el espacio adecuado para cada una y contemplando también la virtud estética de los jardines (privados y compartidos).