El Edificio Sede para la Junta Local Ejecutiva en el Estado de Yucatán del Instituto Nacional Electoral se ubica en un área decretada como Zona de Patrimonio Cultural Edificado por lo que una de las premisas de diseño fue integrarse a las características del contexto, reinterpretando el lenguaje arquitectónico específico, conservando los espacios, escala y proporciones de la construcción anterior.

El remetimiento del edificio aligera los visuales; adicionalmente, la barrera vegetal y el diseño escalonado de sus niveles promueve la horizontalidad de los volúmenes y expresa un lenguaje acorde con el sitio de una manera contemporánea.

El concepto de diseño es la Democracia, aludiendo a uno de los ejes rectores del Instituto “Contribuir al desarrollo de la vida democrática de México”. 

Partiendo de lo anterior, el edificio se materializa como una “urna electoral” la cual debe resguardar en su interior los valores del Instituto: confianza, tolerancia, compromiso, transparencia y rendición de cuentas. 

Esta urna descansa sobre un bloque que evoca la arquitectura del pasado, simbolizando la historia y la cultura sobre la que se erige nuestra democracia. La urna se asienta sobre un basamento con el lenguaje arquitectónico propio de la colonia México (donde se ubica este edificio).

Debido al emplazamiento en una esquina, la orientación resulta favorable ya que se abre hacia el norte y el oriente, permitiéndonos contar con transparencia en las fachadas, generando así espacios confortables para los usuarios, iluminados con luz natural y con vistas privilegiadas hacia el parque de la Colonia México, además de recibir los vientos dominantes del noreste y sureste.

En las fachadas sur y poniente se emplearon dobles muros como aislamiento para la disminución de la ganancia térmica del edificio, al ser éstas las orientaciones más afectadas por el asoleamiento continuo. 

Se diseñó una azotea verde en primer nivel para reducir el calor, absorber las partículas de polvo y gases contaminantes presentes en el aire, además del valor estético que le brinda a la pieza.

Tomando en cuenta los aspectos de accesibilidad universal, una persona puede acceder al edificio a través de la escalinata o la rampa que desembocan en un pórtico moderno, cuyo volado abraza el edificio y da continuidad a las fachadas.

La planta baja se divide en dos zonas: la primera dispuesta de manera inmediata al acceso, donde nos recibe el vestíbulo principal con un módulo de información que actúa como filtro para la segunda zona; más privada, donde se disponen alrededor de un segundo vestíbulo, el salón de usos múltiples, la sala de sesiones y el comedor de empleados. Espacios que cuentan con terrazas y jardines privados.